Salimos en el vuelo a las 9:35h y llegamos a Praga a las 12:25h. Preferimos un vuelo de mañana ya que no existían muchas otras ofertas y, además, así aprovechamos toda la tarde en el destino.
El precio del billete fue de 91€ por persona. La duración del mismo es de 3h.
Explora el majestuoso Castillo de Praga, la fortaleza más grande del mundo según el Libro Guinness de los Récords. Fundado en el siglo IX, este imponente complejo es una mezcla de estilos arquitectónicos que reflejan la historia checa. La entrada exterior es gratuita, pero para acceder al interior y visitar las distintas secciones del castillo, el precio es de 15€. Abierto todos los días de 6:00 a 22:00h.
En nuestro caso, lo que realizamos es un Free Tour donde nos mostraron todos los monumentos (por fuera) de 10:00 a 12:30h. De todas formas, realices Free Tour o no, te recomendamos llegar temprano para evitar las multitudes y disfrutar de la vista panorámica de la ciudad desde los jardines del castillo.
Por la mañana, comenzamos nuestro día en el hotel, desde donde partimos hacia la Plaza de la Ciudad Vieja para realizar un Free Tour que recorre algunos de los monumentos más importantes de Praga, incluyendo el Barrio Judío y la Ciudad Vieja. Después de un almuerzo ligero, por la tarde continuaremos visitando puntos clave como la Torre de la Pólvora, el Klementinum, el Puente de Carlos, y terminaremos el día con una visita a la Casa Danzante y la Plaza de Wenceslao.
Cómo llegar al punto de encuentro del Free Tour: Desde el hotel, caminaremos aproximadamente 10 minutos hacia la Plaza de la Ciudad Vieja. La ruta nos lleva por la calle Revoluční y luego giramos hacia Dlouhá, antes de llegar a la plaza.
Visitamos el famoso Castillo de Bratislava con vistas impresionantes al río Danubio.
Caminamos por el Puente de las Cadenas y visitamos el monumento de los Zapatos en la Orilla del Danubio, recordando a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
Comenzamos el día explorando el Mercado Central de Budapest, donde encontramos recuerdos y comida típica húngara.
Madrugamos para visitar el Bastión de los Pescadores, un lugar icónico con vistas increíbles a la ciudad.
Visitamos la Basílica de San Esteban, donde se puede subir a la cúpula para disfrutar de vistas de la ciudad.
Nos relajamos en los famosos baños termales Széchenyi antes de ir al aeropuerto para nuestro vuelo de regreso.